El valor historico del ídolo de Pachacamac y de su complejo religioso - Arqueología | Razón y Saber



Miercoles 31 de Diciembre del 1969

El valor historico del ídolo de Pachacamac y de su complejo religioso



El Street View de Pachacamac

Un ídolo de madera de 2.5 metros de alto, aproximadamente, que supuestamente estaba en lo alto del templo pintado de Pachacamac, y representaba al dios del mismo nombre, fue encontrado hace 80 años durante las excavaciones en el complejo arqueológico de Pachacamac. Por décadas los investigadores han debatido si el ídolo de madera que enfureció al conquistador Hernando Pizarro, y que asocio con el demonio y prácticas de sacrificio humano, es el mismo.
 
Una nueva investigación sugiere que el ídolo realmente sobrevivió a la conquista española, y es el mismo que ha estado en manos de los arqueólogos durante los últimos 82 años. El estudio arqueológico y científico ha sido publicado en la revista PLOS ONE, y da cuenta del trabajo de un equipo de investigadores internacionales. El trabajo confirmaría que el ídolo de madera que se exhibe hoy en día en el museo de sitio de Pachacamac podría tratarse del mismo que contemplo Hernando Pizarro y mando a destruir.
 
Los arqueólogos hicieron un análisis de carbono 14 del ídolo y descubrieron que databa de aproximadamente 760 a 876 d. C. Esto es durante el Horizonte Medio (500 a 1000 d. C.), la época del pueblo Wari, unos 700 años antes del ascenso del imperio inca. Esta fecha sugiere que durante tiempos de la cultura Wari se hizo el ídolo y confirma que el santuario de Pachacamac era importante antes de que llegaran los Incas al valle.
 
Los investigadores comprobaron también que el rojo que impregnaba el ídolo de madera, no era producto de sacrificios humanos, como afirmaron los españoles, que manifestaron que el ídolo era cubierto con sangre humana, sino más bien era pintado cada cierto tiempo con un pigmento conocido como cinabrio, que es un sulfuro de mercurio (HgS). El cinabrio se extrae desde hace milenios de las minas de Huancavelica, y era usado por las elites para colorear sus vestimentas, pintar murales o dibujarse el cuerpo.
 
"Tenemos un nuevo argumento para demostrar que esta estatua de madera es el ídolo original de Pachacamac, y no otro artefacto inca o incluso una falsificación”, manifestó la investigadora principal del estudio, Marcela Sepúlveda, investigadora asociada de la Universidad de la Sorbona en París.
Lo que las pruebas no pueden dilucidar es que, si aquel ídolo de madera sobrevivió a la destrucción del templo pintado, o antes de que llegaran los españoles lo ocultaron y dejaron una copia en el pedestal principal, el que fue destruido por Hernando Pizarro.
 
¿Quién era Pachacamac?
Pachacamac era el nombre de un dios, asociado con la tierra, literalmente su nombre significa: “El hacedor del mundo, el que anima el mundo”. Era el dios más poderoso del Perú antiguo, antes de la llegada de los Incas, que no acabaron con su culto, sino lo incluyeron en su panteón, y construyeron junto a su templo, otros recintos para su dios Inti, como un Acllawasi (casa de las escogidas).
Los pueblos de la antigüedad lo consideraban un Oráculo, capaz de predecir calamidades o fortunas. El mismo Inca Atahualpa, cuentan las crónicas pidió consejo al Oráculo, cuando aparecieron los españoles por Tumbes, según las crónicas, el oráculo, vaticino que los hombres barbudos serían sometidos por los Incas. Ante aquel error, el Inca comento que Pachacamac era un dios falso, que nunca acertaba, y por tanto los españoles podían tomar los tesoros que su templo tenia, producto de las ofrendas recibidas en casi dos mil años de historia.
El actual complejo arqueológico de Pachacamac cuenta con muchos edificios religiosos, que datan desde los primeros años de nuestra era hasta el siglo XVI. Es conocida como el Vaticano o la Meca de América, por ser el centro religioso del antiguo Perú.
 
El fin del santuario
Cuando Hernando Pizarro, hermano del conquistador Francisco Pizarro, penetra en Pachacamac en busca del oro ofrecido por Atahualpa para su rescate, los sacerdotes del templo le impiden avanzar. Hernando Pizarro, relata su encuentro:
"Este pueblo de la mezquita es muy grande e de grandes edeficios: la mezquita es grande é de grandes cercados é corrales... Para entrar al primero patio de la mezquita, han de ayunar veynte días: para subir al patio de arriba, han de aver ayunado un año. En este patio de arriba suele estar el obispo: quando suben algunos mensajeros de caciques que han ya ayunado su año, á pedir al dios que les dé mahiz é buenos temporales, hallan el obispo cubierta la cabeza é assentado. Hay otros indios que llaman pages del dios. Assi como estos mensajeros de los caciques dicen al obispo su embaxada, entran aquellos pages del diablo dentro de una camarilla, donde dicen que hablan con él; é quel diablo les dice de que está enojado de los caciques; é los sacrificios que se han de hacer, é los presentes que quiere que le traygan".
Ante la negativa de los sacerdotes de Pachacamac para dejaron penetrar en el templo y ver al ídolo, Pizarro y sus hombres arremeten, ingresando por la fuerza hasta el recinto donde veneraban a tótem que representaba al dios Pachacamac. Pizarro se sorprende al ver el ídolo de madera, por cuanto creía que estaría hecho de oro. Los españoles asociaron el ídolo y su culto a rituales satánicos, por lo cual Hernando Pizarro lo derriba de su pedestal y quema todo el templo.
Después de la destrucción del templo se pierde el rastro del ídolo de Pachacamac, hasta que, en 1938, arqueólogos que realizaban excavaciones en el sitio descubrieron un ídolo de madera, en el templo pintado.