El Retorno del Aislamiento: Una Mirada a las Próximas Elecciones de EE.UU. - Editorial | Razón y Saber



Miercoles 31 de Diciembre del 1969

El Retorno del Aislamiento: Una Mirada a las Próximas Elecciones de EE.UU.

Autor: Mia Holland


El no intervencionismo de Estados Unidos entre las dos guerras mundiales permitió a potencias como Alemania, Italia y Japón expandirse sin oposición efectiva. Hoy, una tendencia similar podría debilitar el apoyo a Ucrania y Taiwán, facilitando que Rusia y China avancen en sus ambiciones y amenacen el orden mundial democrático.


La historia nos enseña que el aislamiento puede tener consecuencias significativas en el escenario global. Tras la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos adoptó una postura no intervencionista que permitió a Alemania, Italia y Japón expandirse y conquistar territorios sin una oposición efectiva. Estas potencias del Eje sabían que Estados Unidos había reducido sus fuerzas armadas y no estaba preparado para entrar en una guerra en dos frentes, Europa y Asia. Aprovecharon esta oportunidad para establecer sus áreas de influencia regional sin temor a una intervención estadounidense.
En pleno siglo XXI, observamos paralelismos inquietantes. Una parte considerable de los estadounidenses no ve con buenos ojos la intervención en Ucrania o la defensa de Taiwán. Algunos abogan por limitar la venta de armas a países como Israel, mientras que otros apoyan continuar armando al Estado judío. Esta división refleja una creciente tendencia hacia el aislacionismo en la política exterior de EE.UU.
La ayuda que se presta a la defensa de Ucrania y la promesa hacia Taiwán de intervenir si es invadida han impedido que Rusia y China vayan más allá en sus planes de dominio. Sin embargo, si Ucrania y Taiwán cayeran, estas potencias podrían no tener límites en sus afanes de cambiar el orden mundial, poniendo en peligro la democracia liberal que repudian.
La posible reelección de Donald Trump podría intensificar esta postura. Trump ha expresado repetidamente que otros países deben asumir una mayor parte de los gastos de defensa, especialmente en la OTAN y en Asia. Su visión implica que Estados Unidos reduzca su papel tradicional como líder en alianzas internacionales, lo que podría redefinir el equilibrio de poder global y abrir espacios para que potencias como Rusia y China amplíen su influencia.
En Oriente Medio, un gobierno de Trump podría otorgar mayor libertad al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para intensificar acciones contra grupos palestinos considerados terroristas y financiados por Irán. Esto podría incluir operaciones en Gaza y Líbano, y potencialmente aumentar el éxodo de palestinos de sus territorios, prolongando el conflicto en la región.
Por otro lado, la continuidad de las políticas de la administración Biden bajo el liderazgo de Kamala Harris brindaría cierta estabilidad a aliados como Ucrania. El presidente Volodímir Zelenski es consciente de que, con Trump, sería más difícil mantener el nivel de ayuda actual, posiblemente obligándolo a pactar una paz con Rusia que implique la pérdida de territorios.
En relación con China, los últimos cuatro años han visto esfuerzos para limitar la influencia china en inversiones latinoamericanas y promover el regreso de empresas a EE.UU. o su relocalización en países como Vietnam, India o México. Estos movimientos buscan contrarrestar el poder económico de China, pero un cambio en la administración podría alterar esta estrategia.
Las próximas elecciones no solo determinarán el rumbo interno de Estados Unidos, sino también su papel en el escenario internacional. Un giro hacia el aislacionismo podría tener repercusiones significativas en conflictos globales y en la estabilidad de regiones clave.
Es esencial reflexionar sobre las lecciones del pasado. El no intervencionismo estadounidense permitió en su momento la expansión de regímenes totalitarios que desencadenaron una guerra mundial. En un mundo interconectado, los desafíos globales requieren liderazgo y cooperación internacional. La decisión está en manos del electorado estadounidense, cuyas elecciones impactarán más allá de sus fronteras, moldeando el futuro de la política global en los años venideros.