Aunque Einer Gilbert Alva León, alias Makanaky es un hombre de 32 años, que se viste y actúa como un adolescente, su presencia mediática lo ha convertido en un modelo para un sector de la juventud peruana más marginal, ese segmento social que creció en las calles, fueron a colegios públicos y se hicieron hombres aprendiendo de sexo con sus amigos, bajo un sesgo misógino, donde la mujer solo es un objeto de satisfacción sexual, y las minorÃas sexuales, como gays, hombres o mujeres, no tienen derechos, y puedes ser violentados por ser como son, raros, para ellos.
El alto Ãndice de violaciones sexuales en el Perú, llevo a los colectivos feministas a impulsar una frase: "Perú, país de violadores", que se hizo tendencia hace unos años en redes sociales. No es justo, considerar que el macho peruano es por antonomasia un violador, es más bien, aunque pueda parecer una incoherencia, una vÃctima de la sociedad machista en la que crecieron. No solo es el caso de jóvenes marginales, donde mas se producen casos de violaciones sexuales sobre mujeres y gays, sino en sectores medios y altos, como el caso de la violación grupal de en Surco, donde cinco jóvenes violaron a una de sus amigas, por lo cual fueron sentenciados el 2021 a 20 años de cárcel.
Al mismo tiempo esta semana se informó del caso de un intento de violación de una menor de 11 años en Satipo. El agresor, Yeison Lucano Leiva, de 25 años, ha dejado en estado grave a la menor, que hoy lucha por su vida en una sala UCI.
Estos reiterados sucesos, no son nuevos en el Perú, que arrastra un largo historial de hechos violentos contra la mujer, que en muchos casos termina en su asesinato. La semana pasada la prensa peruana informo del caso de la joven Katherine Gómez, de 18 años, quien su ex pareja rocÃo de gasolina en una céntrica calle limeña y le prendió fuego, muriendo unos dÃas después, por las quemaduras,
Estos casos de violencia reiterada contra las mujeres se suceden mientras los colectivos de fanáticos católicos y la extrema derecha polÃtica, liderados por el actual alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, se esmeran en condenar el aborto, y perseguir a las mujeres que buscan controlar su natalidad. El más sonado episodio de persecución contra las mujeres es el de la pÃldora del dÃa siguiente, que gracias a una acción de fanáticos católicos está prohibida, para su distribución, en hospitales y comisarias peruanas, donde llegan vÃctimas de violaciones. Los fanáticos seguidores del cardenal Juan Luis Cipriani hace muchos años consiguieron que el Tribunal Constitucional negara el derecho de las mujeres más pobres a recibir gratuitamente la pÃldora, o ser informadas al respecto.
Otro de los éxitos de los colectivos de fanáticos católicos y evangélicos en perjuicio de las mujeres y de minorÃas sexuales es haber impedido que el Ministerio de Educación imparta educación sexual en los colegios.
Hace 7 años, Jaime Saavedra, ministro de Educación entre 2013 y 2016, promovió una reforma educativa que incluía la enseñanza de educación sexual, empoderamiento de las mujeres y concientización sobre el respeto a las minorías sexuales en las escuelas peruanas. Esta propuesta buscaba abordar el machismo y la discriminación que afectan a la sociedad peruana.
Sin embargo, la propuesta de Saavedra enfrentó una fuerte oposición por parte de grupos conservadores y religiosos, como el movimiento "Con mis hijos no te metas", la Iglesia Católica liderada por Juan Luis Cipriani, ademas lider del Opus Dei, y el partido político Fuerza Popular encabezado por Keiko Fujimori. Estos grupos boicotearon la propuesta argumentando que atentaba contra los valores tradicionales y la moralidad. El movimiento #Conmishijosnotemetas en coordinación con colegios católicos presiono en las calles para la destitución del ministro Saavedra.
La oposición a la reforma educativa se convirtió en una lucha política, con Fuerza Popular utilizando su mayoría parlamentaria para hostigar y debilitar al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Esta presión culminó en la destitución, por parte del congreso de la republica, de Saavedra en diciembre de 2016, lo que generó protestas y malestar en la sociedad peruana.
Sin embargo el presidente Kuczynski tenia la determinación de continuar con las reformas educativas, incluido el cambiar la mentalidad de los adolescentes peruanos sobre el sexo y su responsabilidad como hombres. La sucesora de Saavedra, Marilú Martens, también enfrentó la hostilidad de los grupos conservadores y fue cuestionada por el Congreso. La tensión política entre el Ejecutivo y el Legislativo continuó aumentando y esta vez el congreso, en poder del fujimorismo, no solo fueron contra la ministra de educación, sino contra todo el gabinete. En marzo de 2018, ante la presión de los grupos de extrema derecha y de Fuerza Popular, PPK renunció a la presidencia ante una inminente vacancia presidencial promovida por Fuerza Popular.
La historia de la reforma educativa impulsada por Jaime Saavedra en Perú es un ejemplo de cómo la extrema derecha y grupos religiosos pueden frenar avances en áreas clave para el desarrollo de una sociedad más inclusiva y respetuosa. La lucha por la educación sexual en Perú no solo afectó al gobierno de PPK, sino también a toda la sociedad peruana que abandono a su suerte a niños y adolescentes en su formación como hombres.
Ante el panorama desolador que viven las mujeres en el Perú, donde violaciones, maltrato fÃsico y mental, como asesinatos se suceden todos los días, debemos tener siempre presente que la única solución para revertir esa sensación de que vivimos en un país de violadores es darle a los adolescentes, varones, peruanos la oportunidad de aprender sobre sexo y respeto a las mujeres, en las aulas, y no en las calles, donde el virus del machismo sigue impregnado nuestra sociedad, destruyendo vidas, no solo de la vÃctima, sino de los perpetradores, que por suerte, en la mayorÃa de los casos, son condenados de por vida por violar una menor, o por matar a una mujer.
Hay que considerar el daño que le hacemos como sociedad a nuestros niños al negarle educación sexual en los colegios, todo niño peruano nace inocente, ignorante respecto a como deben tratar a una mujer. Su único modelo, muchas veces, son sus propios padres, que en muchos casos violentan a sus madres, desarrollando una normalidad machista. Es un cÃrculo vicioso de maltrato contra la mujer que debemos cortar de una vez. Nadie quiere ver a sus hijos en la cárcel, por ello está en padres y madres cortar con esa tradición católica machista que puede perdonar al violador, pero jamás a la vÃctima, a la que se condenada, hasta ahora, a parir un hijo no deseado.