¿Por qué Pedro Castillo recurre a la OEA? - Editorial | Razón y Saber



Miercoles 31 de Diciembre del 1969

¿Por qué Pedro Castillo recurre a la OEA?


Pedro Castillo ha demostrado torpeza en el gobierno, como una falta de


Pedro Castillo, el presidente peruano, es un gobernante acorralado, no solo por sus enemigos políticos que son muchos, sobre todo de la extrema derecha torpe, que en vez dejarlo que se caiga solo, le sigan lanzando chalecos salvavidas para que siga a flote. Cada intento del congreso de vacarlo es suficiente para que en la psiquis del peruano surjan los casos de Pedro Pablo Kuczynski y Martin Vizcarra, presidentes moderados, que fueron defenestrados del poder por la extrema derecha peruana en 2017 y 2020, respectivamente. En ambos casos abusando de su poder en el congreso.

Hoy el caso es distinto, hay evidencias claras que Pedro Castillo es un delincuente, su cuñada está en la cárcel por asociarse con empresarios para direccionar obras publicas sin estudios técnicos, cobrando un porcentaje a las empresas a las que se adjudicaban las obras. Los sobrinos del presidente peruano hicieron lo mismo, aprovechar el cargo de su tío para negociar obras publicas a cambio de dinero, hoy Fray Vásquez Castillo y Gian Marco Castillo Gómez siguen fugados, escapando de la justicia.

No solo el entorno familiar esta comprendido en investigaciones de la fiscalía peruana, sino colaboradores cercanos, como ex ministros, ex secretarios de palacio de gobierno, hasta congresistas de la república. Lo que la fiscalía ha presentado al congreso es una denuncia constitucional, la única forma de poder seguir investigando y procesar al presidente en funciones.

La respuesta de Pedro Castillo es invocar a la Carta Democrática Interamericana de la OEA, que irónicamente fue promulgada en Lima en 2001 para preservar la institucionalidad democrática y el legítimo ejercicio de poder. Teniendo como antecedente el accionar del ex presidente peruano, Alberto Fujimori, que a través de distintos mecanismos mantenía un régimen anti democrático, controlando todos los poderes del estado, algo que la OEA y el Departamento de Estado de Estados Unidos denunciaron el año 2000, cuando realizaron un fraude electoral para mantenerse en el poder.

¿Por qué la invoca ahora, cuando las evidencias de corrupción de su régimen son evidentes? No solo eso, sino que ha demostrado incapacidad para dirigir un país donde la pobreza sigue creciendo, fundamentalmente por las torpezas y negligencias de su gobierno, que ha estado despidiendo funcionarios públicos de carrera para incluir en la administración publica a gente de su partido sin los títulos académicos y experiencia que respalden su elección. Por ejemplo se ha reducido el numero de becas que el gobierno asignaba a estudiantes pobres peruanos, o la incapacidad de comprar fertilizantes para los campesinos de la sierra que dependen de este abono para enriquecer sus tierras en los andes.

La razón que invoque a la OEA se debe a que cree que, siendo esta una institución que depende de cada uno de los estados miembros, tendrá el respaldo del eje socialista: México, Chile, Argentina, Colombia, Honduras y Bolivia. Salvo el caso chileno, cuesta creer que Gabriel Boric apoyaría a un presidente corrupto, aún compartiendo este sus ideales socialistas, el respaldo del eje socialista Latinoamérica es importante para legitimar un régimen como el peruano cuyo presidente no tiene ni ética, ni moral para gobernar su país, sino que se aferra a un cargo para el que no está preparado que tendrá consecuencias en el futuro inmediato de los más pobres del Perú.

La OEA debe analizar la situación peruana, escapando del tema ideológico, y recomendar, después de haber estudiado las pruebas que pesan sobre Pedro Castillo, que debería este dar un paso al costado y renunciar, para convocar nuevas elecciones democráticas, porque el problema del Perú no solo es su torpe presidente, que por mantenerse en el poder seria capaz de incendiar el país, sino un congreso que también actúa como una banda organizada aprobando leyes para beneficio de sus caudillos políticos que hacen de los partidos políticos peruanos un negocio.