La trágica muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, conmociona a sus fans enamoradas y expone nuevamente los peligros de las adicciones en el mundo de la música
Según informan sus seguidores en redes sociales, Payne no mostró señales visibles de depresión ni dejó una nota suicida. Al contrario, parecÃa disfrutar de su estancia en Buenos Aires, donde llegó junto a su novia, la influencer Kate Cassidy, para acompañar a Niall Horan, su excompañero de banda, en un concierto en la capital argentina. Sin embargo, Cassidy regresó a Estados Unidos dÃas antes del trágico suceso.
De acuerdo con los medios de comunicación en Argentina, la policÃa encontró la habitación del cantante destrozada, con signos de violencia, restos de drogas sobre un escritorio y botellas de alcohol esparcidas por el lugar. Todo apunta a que Payne vivió una noche descontrolada, similar a las que habÃa experimentado en el pasado, pero esta vez con un desenlace fatal.
Payne deja un hijo, Bear Grey Payne, de 7 años, fruto de su relación con la cantante Cheryl Cole. Su muerte deja un vacÃo en el corazón de sus seguidores y sirve como un sombrÃo recordatorio de los peligros que enfrentan muchas celebridades en su lucha contra las adicciones y el equilibrio emocional.