La renovación por tercios es una forma de dinamizar la política y permite al electorado estar más atento a la labor que cumplen sus representantes, sostuvo el secretario ejecutivo de Proética, Walter Albán.
Indicó que no es conveniente para el país que el 100 % de la representación parlamentaria se elija conjuntamente con la elección presidencial, y que lo mejor sería hacer ese proceso en momentos distintos, como lo han planteado organismo como Transparencia.
“Es otra forma de darle dinámica a la política y permite que el electorado este más atento y próximo a sus representantes y a la posibilidad de sancionarlos políticamente si consideramos que no cumplen su trabajo a cabalidad”, remarcó.
Indicó que no alentar una reforma en el Congreso en ese sentido puede afectar la labor parlamentaria, una situación difícil considerando que el Legislativo es una de las instituciones más desprestigiadas del país, junto al Poder Judicial.
“Hay que tomar medidas que contribuyan a afianzar la institucionalidad, ya ha pasado demasiado tiempo sin que tomen decisiones que se han venido alentado desde hace años tras”, refirió.
Entre esas reformas necesarias mencionó el retorno a la bicameralidad en el Congreso, con una cámara de senadores, y eliminar el voto preferencial.
La renuencia del Congreso a tratar estos temas, en su opinión, refleja que están primando las razones particulares de los parlamentarios.
La renovación por partes del Parlamento se encuentra vigente en países de la región como Estados Unidos, Argentina, Brasil y México. En Estados Unidos, por ejemplo, los senadores son elegidos por un período de seis años y un tercio de los asientos del Senado están sujetos a reelección cada dos años. En México, la Cámara de Senadores es elegida por seis años, pero se renueva por mitades cada tres.