Uno de las primeras decisiones que se debe tomar cuando tenemos a un familiar con una enfermedad que lo postra en cama, deterioro físicos temporales o impedimentos cognitivos, o que por su edad ya no puede cuidarse sin asistencia, es siempre donde dormirá. Una cama común no es adecuada, se debe contar con una cama clínica, o cama hospitalaria, adecuada para garantizar la seguridad, y comodidad del paciente. Elegir la adecuada puede ser un dolor de cabeza, hay de muchos tipos y modelos, y otra disyuntiva es decidir si adquirir o arrendar una cama clínica para uso doméstico.
La decisión de invertir en una cama para pacientes postrados se toma a menudo debido a preocupaciones sobre el cuidado de la incontinencia, la necesidad de posiciones elevadas para dormir y garantizar la seguridad tanto del paciente como del cuidador durante los traslados. Al abordar estas consideraciones, las camas clínicas ofrecen asistencia mecánica para elevar, contribuyendo significativamente al bienestar general del paciente y reduciendo el riesgo de lesiones musculoesqueléticas para los cuidadores.
Los terapeutas ocupacionales enfatizan que las camas clínicas, especialmente las variantes eléctricas y semi eléctricas, alivian la carga para los cuidadores al proporcionar una altura conveniente para las actividades de cuidado del paciente. Además, estas camas pueden ser fundamentales para prevenir lesiones, mejorar la comodidad física y fomentar un sentido de independencia para el paciente.
No se debe relativizar la seguridad de los personas que atienden a pacientes postrados, tanto los familiares como cuidadores profesionales son propensos a lesiones musculoesqueléticas. Una cama clínica ajustable reduce el esfuerzo físico del cuidador al permitir elevar la altura para brindar atención sin necesidad de agacharse, previniendo lesiones y brindan mayor autonomía al paciente, sintiéndose más independiente.
5 razones para obtener una cama clínica en casa
Mayor comodidad. Se adaptan a tus necesidades con posiciones personalizadas.
Descanso reparador. Esencial para la recuperación y calidad de vida.
Autonomía prolongada. Permite seguir viviendo en el hogar pese a problemas de movilidad.
Cuidado más sencillo. Facilita la labor de familiares y cuidadores.
Prevención de lesiones. Tanto para pacientes como para sus cuidadores.
Elección de la Cama Clínica Adecuada
La principal diferencia entre los tipos de camas clínicas radica en el modo de control de su posición.
Camas eléctricas: Las más costosas, pero también las más cómodas. Tienen controles eléctricos para elevar y bajar la cabecera, el pie y la altura.
Camas semi-eléctricas: Combinan controles eléctricos para cabecera y pie con un ajuste manual de la altura. Más económicas que las eléctricas completas.
Camas manuales: La opción más asequible, con manivela para ajustar todas las posiciones.
Camas bariátricas: Diseñadas para soportar mayor peso (hasta 500 kilos) que una cama estándar.
¿Dónde comprar o alquilar una cama clínica?
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